lunes, 16 de julio de 2007

Titular "La Cuarta": Encuentran a joven descuartizada en el Mapocho

El grito lo despertó. Distinguió en aquella voz el tono de la verdadera desesperación.
Sopesó los pro y los contra y hacía frío.

jueves, 12 de julio de 2007

miércoles, 11 de julio de 2007

Sara

Aunque cuando se levantó vio un polvo blanco en las líneas de manos, no le dio importancia. De tarde todo su cuerpo transpiraba pequeños cristales y se resecaba. Entre los pedazos resquebrajados fluía sangre y sal.

lunes, 2 de julio de 2007

Enumeración de indignaciones

Claro, hay muchas cosas que me indignan de este país de mierda, como de seguro me hubieran indignado otras, de otros países de mierda si fuesen nuestra mierda. Pero no. Nací en Chile, vivo en Chile. Dios.

Aquí las clases sociales se reconocen unas a otras a primera vista, a primera oída. A diferencia de muchos otros lugares, el componente étnico es determinante en la mayoría de los casos para saber de dónde es una persona. Para cada tipo de persona hay un barrio y si te mueves de ahí eres un extraño, un invasor.

Aquí si naces rico casi de seguro morirás rico, y viceversa. La movilidad social es un chiste. Las redes son prácticamente estáticas y se forjan en los colegios de elite, en las universidades privadas y en los matrimonios.

Como si fuera poco, las virtudes que siempre creí (ingenuamente) chilenas se han disuelto. Poco o nada queda de la seriedad, de la elegante austeridad. No te imaginas como aborrezco los programas de baile, las animadoras con joyas, la pintura recargada, los autos gigantescos, el tono gritón, las luces de neón, los casinos, los restobares, el nuevo barrio alto, los artículos sobre DJs ABC1 y las zapatillas infladas y brillantes.

Sufro, sufro, sufro con las niñitas en los comerciales con brillo en los labios, boca semiabierta, promocionando una multitienda. Sufro con las multitiendas y sufro con el deber de comprar mil prendas durante el año.

Sufro con la horrorgrafía del chileno medio y del no tan medio, con la cultura desechable, con la Pepsi y el McDonalds, con el 98% de los programas de televisión, y con los políticos incapaces de hilar discursos coherentes.

Sufro con la actitud de algunas minas tipo “no me importan los hombres pero me mato en el gimnasio igual, olvidé como sabe otra cosa que no sea lechuga, uso escote hasta el ombligo y coqueteo hasta con el basurero” y con la actitud de algunos hombres tipo “mi vida está completa con mis amigos, el play, mi buena pega, mi auto y, de vez en cuando, una minita para pasar el rato”.

Sufro, para terminar con la predicación de moralina, con los curas añejos, con las editoriales de los diarios, con la UDI, RN, la DC, el PPD y el PS, con jóvenes por la vida y con Endesa.

Antes de que me digas el famoso por qué no te vas, te lo contesto solita: no me voy porque no puedo. Por ahora.